top of page

Antes de viajar

En 2015 pasé 3 meses en Brasil. Fue mi tercer viaje a este enorme país y cada viaje ha sido mejor y menos preparado que el anterior. No sé qué es lo que tiene Brasil pero sé que tengo que volver. Creo que las mejores cosas en la vida no se pueden explicar.

No es que haya encontrado el lugar perfecto para vivir o que haya una cosa específica que me llame la atención, es todo en general. Esté donde esté en Brasil me encuentro con gente increíble. Puede ser porque viven el presente sin preocuparse todo el tiempo, puede ser su filosofía de vida o que no son esclavos del dinero y lo material y son más libres y más apasionados por la vida, puede ser que no viven enganchados al móvil y las personas se hablan cara a cara. Sea lo que sea, cada vez que estoy en Brasil estoy feliz. Además el portugués (de Brasil) es el idioma más bonito que yo he escuchado. Con 3 años mi familia y yo fuimos a Galicia y siempre nos encantó el gallego que antiguamente era el mismo idioma que el portugués.

Las personas que no tienen tanto dinero o que tienen bastante poco son mucho más libres. Las cosas te atan, te preocupan, te obligan a trabajar más conseguirlas o mantenerlas. Lo importante es necesitar menos para ser feliz y darse cuenta de lo que en realidad es importante en esta vida que es solo una cosa: Ser feliz. ¿y qué se necesita para ser feliz? Rodearte de personas que te hacen feliz y hacer con tu vida lo que de verdad te llena. Todo lo que te aparte de esto es un estorbo que no te permite ser feliz.

Según los estudios de filosofía positiva. Lo material te puede llegar a dar como máximo un 10% de la felicidad. El 50% está en ti mismo y el otro 40% en el estilo de vida que llevas y que esté de acorde con tus valores. Llegan a decir que lo material te hace hasta más triste. Que increíble que podamos ir a la luna y construir aviones que vuelen y que hayamos avanzado como humanidad tan poco en el nivel personal.

Brasil me hace cuestionar lo que llamamos ¨progreso¨ y ¨civilización¨. A veces son eufemismos de lo que en realidad hacemos: Destrozar la naturaleza, matar otras culturas, homogeneizarse y ser esclavos de los cuatro ricos que controlan el mundo. La calidad de vida está empeorando a pasos agigantados, sobre todo desde la ¨crisis¨ creada hace unos años. Ha sido la excusa perfecta para bajar los sueldos, hacer más cortes sociales y conseguir que nadie cuestione nada. Se está creando una mentalidad esclava. La nueva esclavitud no se crea con látigo y cadenas sino con sueldos, promesas de jubilación y la esclavitud del tener y el acumular.

Desde el 2001 quería ir a Brasil y tardé 5 años en ir. Desde el 2006 quería aprender portugués pero no fue hasta el 2013 que tomé clases. No se pueden retrasar los sueños tanto.

Desde que volví de Brasil no puedo pensar en otra cosa más que en volver. Si puedo tener el pan entero porqué conformarme con las migajas de ir unas semanas o un par de meses.

Además, menos la muerte y tener hijos, todo tiene vuelta atrás en esta vida. Ninguna decisión es para siempre, si algo no funciona, pues se va en otra dirección.

Necesito aprender. Necesito aprender a hacer algo con mis manos, no solo con el cerebro. Necesito aprender otros idiomas y otras formas de vivir, aprender de otras culturas para aprender a relativizar todo. Pero cuando se tiene un trabajo del que es difícil desconectar, no se saca tiempo para aprender. En 3 meses en Brasil he aprendido más que en los últimos 10 años y para crecer hay que aprender.

No quiero sentirme como el hamster que da mil vueltas en la ruleta para quedarse en el mismo sitio. Hay que avanzar, aunque haya que cambiar de ruta y volver a intentarlo. De las buenas experiencias se disfruta y de las malas se aprende. Lo único malo es no tener experiencias.

Lo malo es no vivir y ni siquiera darse cuenta de ello.

¿Realmente eres feliz?

bottom of page